jueves, diciembre 01, 2011

HISTORIAS COLECTIVAS

Historias privadas del transporte público de la Ciudad de  Buenos Aires
Capítulo 1 (Primera Parte)

Primera parada


Av. Corrientes

De todas las Avenidas, calles y pasajes de la Ciudad de Buenos Aires, la Av. Corrientes es mi preferida. Cuando estoy apurada suelo tomar el subte. Esto, en primera instancia parece que no es tan interesante porque “es todo igual” (Cuestión sobre la que profundizaré quizás en otro capítulo, quizás en otro libro). Pero si tengo tiempo me gusta recorrerla en colectivo. Varias de las líneas que tomo habitualmente me ofrecen esta posibilidad, juntas o combinadas.

Las calles cuentan historias. Y la Av. Corrientes no es la excepción. Si tomamos en cuenta el sentido de la calle, empezamos el recorrido en el barrio de Chacarita. Salimos desde el Cementerio. Es curioso que empiece donde todo termina. Quizás la contradicción sea una de las características de esta historia que la Avenida nos quiere contar.

Pasamos por la Plaza Los Andes. La única plaza que encontraremos en nuestro recorrido. Si nuestro viaje es un fin de semana, quizás nos tiente bajarnos para pasear entre los puestos de la feria. Artesanías llenas de brillos innecesarios, muñecas de porcelana de cachetes rosados, discos de vinilo, monedas antiguas, radios viejas, ropa y hasta tornillos. Aquí comprendemos el sentido de Feria. Como en un bazar marroquí, los objetos saturan la vista. Escapamos del tumulto y seguimos.

Llegamos a Dorrego y aquí cambia el paisaje. Termina la plaza, cruzamos las vías del tren San Martín y si vamos con la ventanilla abierta quizás nos llegue el olorcito de las parrillas que rodean la estación. Ya almorzamos hace rato pero el olor a asado es siempre tentador.

Cruzamos Juan B. Justo. Los locales comerciales empiezan a asomar tímidamente. El Hipermercado corta la armonía del paisaje. Negocios de barrio, ropa bastante económica, es el lugar donde iríamos de compras un día cualquiera.

Y cuando estábamos distraídos nos sorprende Scalabrini Ortiz. En el imaginario de la gente todavía se llama Canning, a pesar de que ya pasaron más de 20 años del cambio de nombre. Estamos en Villa Crespo, donde encontramos un sector de la actividad de la Comunidad Judía. Dos pizzerías en esquinas importantes, algunos negocios de marcas reconocidas se mezclan con los locales de barrio. Circula más gente. El monumento a Pugliese y su banda ocupa toda la esquina.

Llegamos a la Av. Ángel Gallardo. El parque Centenario no se ve pero se percibe. Se ven más árboles, se respira otro aire. Desde aquí hasta Medrano parece que Corrientes se esfuma. Otra vez se siente como una avenida cualquiera de un barrio cualquiera.

(Continuará)

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